martes, 19 de abril de 2011

Te miran, te dicen.


Extraño a esa chica ingenua dibujada, siempre dispuesta a enamorarse del primer “perro” que pase. Me apostaría lo que fuera a que ahora soy una canción de desamor o una simple morena reciclada, que dirían algunos. Dejaré que el teléfono siga sonando pero que nunca más pare esta canción, porque ya no duele, solo me hace gracia. Y es que aunque mi filosofía de vida siempre fue algo absurda, dibujar corazones en las sábanas jamás hizo de nuestro sexo, amor.

(Hoy tengo un buen día) 

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