lunes, 25 de junio de 2012

Como se escapó Enero y ahora lo hace Febrero, lentos pero firmes y un poquito tiritando. Dormí apoyada en el dolor de mis costillas, en aquel rincón dónde todavía quedaban restos del olor de sus yemas. Descalza paseé por su cabello intentando encontrarnos en una tarde tumbados al sol. Pero al despertar por poco no recordaba que le había dejado marchar, con su olor en sus yemas, con su cabello, con las tardes al sol, con el amor de mi estómago. 


Entrecerré los ojos con fuerza para volver a dormirme. Lenta pero firme. Y también, un poquito tiritando.





(Recuerdo que cuando escribí este texto todavía sangraba.)


jueves, 21 de junio de 2012

Es que todo esto tiene la absurda finalidad de hacerme reflexionar sobre este tiempo loco, que corre que asusta, y las chicas más deshinibidas, que también. Pero bueno, que no te agobies porque yo sigo a lo mío, medio coja por el filo de algún precipicio interior, deshojando margaritas que llevan escrito: me controlo, no me controlo. ¿Por qué no inventan una filosofía de vida para los que estamos cagados de miedo?



jueves, 14 de junio de 2012

Klimt se había dormido en la alfombra, rodeado de pinturas y pedacitos de oro y gemas que le ayudarían a completar sus mosaicos. Con la espalda dolorida se incorporó y vió el sofá vacío. Apretó los dientes y se acercó para ver más de cerca lo que era evidente a simple vista: Emilie se había marchado, había dejado el olor de su pelo y su cara reflejada en tantos bocetos que Klimt había realizado. Se marchó sin atreverse a posar para la obra cumbre, para el verdadero retrato que inmortalizaría su belleza y la haría constar en los siglos de los siglos. No se atrevió a ser capturada por la genialidad, a convertirse en trazos, color y dolor. Klimt enamorado de su belleza y Emilie enamorada de su talento. Supongo que era algo incompatible.... unos labios querian cazar su cuerpo mientras los de ella no encontraron el espíritu. ¡Qué eterno problema!






PD: Hacía mucho que no pasaba por aquí, pero es que ha caído un buen chaparrón desde entonces.